LA PRIMERA ESTACION

ESCRIBIR PARA SER ESCLAVOS, LEER PARA SER LIBRES...

25.3.15

¿CREER O NO CREER? HE AHÍ EL DILEMA

Mi madre encontró dos libros de religión un poco antiguos refundidos en una caja de cachivaches, después de una rápida hojeada, descubrimos fácilmente a quien le pertenecían, muchas páginas tenían garabateados los nombres del propietario más algunos dibujos y anotaciones llenas de un fervor y convicción propias de un hombre entregado al Señor. Sí, esos libros eran míos. "Veinte maneras de orar" y "Devocionario" son los alucinantes nombres de estos singulares ejemplares. Debo confesar sin vergüenza que sentí un poco de nostalgia, la última vez que los vi fue hace unos 17 o 18 años, uno de ellos fue un obsequio de una monja colombiana que me premio por aprenderme algunos pasajes de la biblia mientras me preparaba para la confirmación; el otro, material que me entregó la parroquia de mi barrio cuando asumí la labor de catequista. Sí, también fui catequista antes de graduarme como diablo. Esto me remitió directamente a esa etapa de mi vida en la que mi fe lo era todo, en que antes de hacer cualquier cosa pensaba en eso del pecado, los castigos, el infierno, aquellos días en que mientras los muchachos del barrio miraban a las vecinas que se cambiaban con las ventanas abiertas de par en par yo me iba corriendo a casa para evitar el enojo del Altísimo por tamaña abominación. ¡Pero que huevón! - después lo supe - si Dios no castiga adolescentes voyeristas, él tiene cosas mucho más importantes que hacer...
Me tomó algún tiempo más entender esto de la fe, de la religión y de Dios, y cuando lo hice  me alejé de la iglesia y del dogma, pues estando adentro descubrí el lodazal en el que repta el catolicismo, cohabitado por (algunos) curas pederastas, monjas mesalinas y otras gentes sin moral ni bondad ni vocación de nada. Supongo que Jesucristo jamás vio venir todo esto, cuando después de hacer el amor con María Magdalena, se recostaba a meditar y esbozar las ideas sobre la fundación de su iglesia. Era pues el peregrino un sabio, un místico, un hombre superior, sin embargo se olvidó que el mundo no está poblado por seres como él, sino por nosotros, cargados de aberraciones y patologías de todo orden.
Ahora, ya sumergido en el budismo, pienso que hay un Dios pero habitándonos, o como decía Santo Tomas en sus "razones para creer", habitando plantas, ríos, animales y todo aquello que de la naturaleza nos deslumbra.
Finalmente, creo que lo irresponsable de todo este asunto está en la forma en la que tratan de imponernos con fanatismo ideas con las que muchas veces no estamos de acuerdo o que simplemente ignoramos; ser de tal o cual religión por herencia es una gran pendejada sugerida por gente inescrupulosa en complicidad con nuestras ingenuas familias, llevar religión obligatoriamente como curso en el colegio también lo fue, como lo es cumplir con un sacramento, solo porque nuestros padres así lo decidieron.

El día en que la religión deje de imponerse de manera activa o pasiva, con toda seguridad, el mundo empezará a creer en algo. La voluntad lo es todo. Amen...


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo! Fatal que desde la primera infancia se enseñe a los niños que tienen un papito en el cielo que los ama, que lo ve todo, que les escucha y que le gusta que le recen todos los días. .. Un horror

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