LA PRIMERA ESTACION

ESCRIBIR PARA SER ESCLAVOS, LEER PARA SER LIBRES...

30.12.11

MALDITO POETA


Que vive en las alcantarillas
de rata o lodo
corazón partido a patadas
(léase mentiras)
fumando por tener algo en la boca
que no sea ofensa
llorando con el afán
de lavar la mejilla tumefacta

Que duerme tan poco,
mucho pensando en como morir
incrustadas las maldiciones
de la providencia
acaso por pedirle a Dios ser más hombre
(menos Dios)
acaso por acusarlo de olvidadizo,
desalmado

Que desnuda el alma
para sucumbir ante la lluvia
es decir sucumbir de gusto,
locura o letargo
maldiciones de poeta
pueden ser mar, ocaso, flor
porque le hacen creer:
beldad, romanticismo, eternidad

Que husmea  bajo cada vestido
con afán de explorador
no descuida ni un milímetro de piel
cuando se vuelve aberración,
quiere a la fuerza instalarse
en cualquier glúteo prominente
pero la madrugada solo hereda:
bragas desteñidas

Que escribe en el baño
 o a la hora de cenar
inventando musas
con tallas “B” de brasier
jugando al Rimbaud,
al Vallejo, a todos
pero tiene miedo el cobarde
cada vez que baila el lápiz

Que es maldito por alcantarilla,
insomnio o sexo
aunque en esencia sea
melancolía exagerada.

Sin embargo en el fondo
no quiere cambiar el iluso
porque para él,
en la maldición yace la gloria...

(Extraído del libro: La última estación - Editorial zignos - 2008)

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