LA PRIMERA ESTACION

ESCRIBIR PARA SER ESCLAVOS, LEER PARA SER LIBRES...

9.10.09

UN TOUR DE MEDIANOCHE

("Mujeres" foto By: Ernesto Guzman - México)
Este viernes parecía uno mas de aquellos, no tenia una emoción particular por visitar algún lugar, pero de cualquier forma tampoco quería quedarme en casa, entonces recordé que algunas horas antes en el gimnasio un amigo nos había hecho extensiva una invitación para ir en busca de aventuras inciertas a medianoche, la idea fue tentadora para romper el tedio del día a día, así que grabé unos discos con reggaeton fresco, pues a parte de una pista de baile el único otro lugar para disfrutar como se debe de esta música llena de energía es en un automóvil, con el máximo del volumen, recorriendo las pistas entre luces de toda clase y gente que jamás abandona las calles los fines de semana.
Así comenzamos la aventura nocturna pasada las 11 de la noche, cambiamos el aburrido toque de la radio por mi primer disco sorpresa y nos enfrascamos en un viaje sin rumbo determinado al ritmo de Jowell & Randy con su rebailados ya no te veo shorty y aprovéchalo, Don Omar y en su nota, Kris & Angel y sus celebres ven báilalo y el na de na, cantando solemnemente y saltando con el bajo súper bajo de quien sabe cuantos watts, por que la música como la vida misma se toma con intensidad o mejor no se le toma. Enamoramos a algunas chicas de apariencia fácil, gritamos algunas obscenidades, bromeamos entre polvorientas avenidas sin dejar de saltar con el Big Boss y su recordado “tu príncipe”.

Un par de horas después nos echamos en la búsqueda de algún lugar para comer algo ligero, decidimos pasar por alto el alcohol aquella noche, igual yo siempre procuro pasarlo por alto, bromeamos nos regodeamos entre platicas absurdas y charlas casi primitivas, pero hay ciertos momentos de la vida en que es incluso urgente olvidarse del universo y de los teoremas sobre el origen de la materia, simplemente hay que “vivir” con holgura y banalidad, una vez cada cierto tiempo, pero una vez al menos para que nuestro expediente de vida vaya adquiriendo volumen y tengamos algo que contar en la vejez, por que la filosofía es aburrida para darle lugar en una reunión de relajo.

Recorrimos una y otra vez las mismas calles como si al volver por segunda o tercera ocasión aparecería por arte de magia el lugar que esperábamos encontrar, es decir la típica tendencia del ocio que a pesar de la música electrizante no podía disimularse. Los ánimos empezaron a disminuir y las revoluciones se fueron calmando, hasta que de los recodos sibaritas surgió la idea de hacer un tour relámpago por los locales nocturnos de la ciudad, idea que por cierto contó con el beneplácito y aprobación absoluta. El ánimo volvió a subir y la velocidad también, por fin sabíamos que lugar era el indicado para esa larga noche.

Llegamos al lugar entre risas y bromas burdas, hoy no podía ser distinto, porque hay ocasiones en que la vida tiene que rodearse de sucesos estrictamente entupidos, es necesario probar todo los sabores y colores del universo.

Un letrero bastante llamativo capto nuestra atención, y los expertos con los que compartía la aventura sabían por demás que el local era nuevo así que con mas curiosidad que ansias nos sumergimos en ese mundillo repleto de desnudes y erotismo económico. Una puerta oscura, un vigilante rollizo, unas escaleras decoradas con luces de neon de mala calidad y un olor inconfundible a sexo nos dieron la bienvenida al antro primero de aquella noche.
El lugar se asemejaba a cualquier bar ordinario de esta o de alguna otra ciudad del mundo, las mesas estaban ubicadas junto a las mal decoradas paredes y bordeadas con sillones bien ocupados por tipos generalmente ebrios y alguna dama de turno, la parte central de la pista solo parecía servir para transito y al fondo entre luces mas tenues y una maquina de humo se levantaba una tarima con un tubo en medio. Justo en el instante en que llegamos una caperucita roja salía al escenario con su sensual capita, una pequeña tanga y unos kilos abdominales demás, cimbreándose al ritmo de la canción Crazy de Aerosmith y pareciéndose lo menos posible a Lyv Tayler o a Alicia Silverstone.
Pronto fuimos rodeados por voluptuosas sirenas de barrio quienes nos ofrecían su compañía a cambio de algunos tragos de precios exorbitantes, conocido es por cierto que esa compañía puede pasar a mayores por algunos billetes mas, por lo pronto en el lugar solo se apreciaban caricias subidas de tono y movimientos coquetos por doquier para visitantes de toda las clases sociales.
En general el ambiente estaba ameno, al menos para mi que visitaba por primera vez un antro de este tipo, pero decidimos ir en busca de mas, así que dimos media vuelta, pasamos por el pasadizo con aroma a sexo y nos dispusimos rápidamente en el siguiente local, ubicado a pocos metros del primero, con una infraestructura mas bien parecida, un pasadizo mal oliente de ingreso, un vigilante regordete en la entrada, mesas y sillones idénticos al del primer lugar, tipos ebrios de toda las clases sociales rodeados de mujeres sin ropa ni vergüenza, alcohol y escenas medianamente candentes, pero todo, notablemente menos agradable que el lugar anterior, lo abandonamos mas pronto incluso que al primero y nos internamos igualmente rápido en un tercer local también próximo, este tenia algún prestigio entre los conocedores con los que compartía aquella aventura, decían que era el mejor que conocían en la ciudad, que las chicas eran generalmente de Lima, así que cierta expectativa puso la nota antes del ingreso. Aquí no había pasadizo, la entrada principal conectaba directamente con el local, donde lo demás era…..igual, salvo porque aquí las caras conocidas fueron muchas mas, y por que efectivamente las damas sin ser mucho mas bonitas parecían mas tratables, y sus abordajes se asemejaban mas a un flirteo que a un ataque en cardumen, a mi lado se paro una señorita de unos 23 o 24 años bastante guapa, en prendas ligeras como todas, callada y con una tristeza bastante notoria en su mirada, es decir era la primera que miraba a una de ellas directamente a los ojos entre tantas mas que había visto de manera superficial, supongo que todas tenían mirada triste, las personas tienen libertad para hacer lo que mejor les parezca con sus cuerpos, pero difícilmente creo que a la mayoría de ellas les guste entregarse por dinero, ha de ser entonces un “trabajo” que requiere un alto grado de inconciencia y una tendencia al facilismo o al dinero rápido, y es que cualquiera de esas chicas podía desempeñarse en cualquier trabajo ordinario como cajeras, degustadoras, empleadas, secretarias, etc. Pero, no es necesario, abrir las piernas no requiere un alto grado de intelectualidad, es decir ser puta es lo más fácil. Le hice una negativa con la cabeza y se fue, los mozos nos ofrecieron la carta de damas disponibles, solo dos a esa hora, había una promesa de show para dentro de cinco minutos, la luz no era tan tenue y yo recordé en ese instante que llevaba la misma ropa con la que había salido del gimnasio, así que procure esconderme tratando de pasar desapercibido entre tanto atento asistente. En una de tantas mesas encontramos a un viejo conocido y asiduo usuario de la oficina donde trabajo, ebrio como pocos, sentado junto a una dama ya entrada en años y kilos, de frondoso pelo rubio, la cual tenia tomada de la cintura cariñosamente y a quien le hablaba al oído, con su documento de identidad en la mano, mostrándoselo como quien da explicaciones no exigidas, quizá con la intención de convencer a la doncella de que era un hombre libre, tal vez para demostrarle que la diferencia de edad no era tanta o simplemente intentando dejar prendado el documento a cambio de ciertos favores que no se pueden contar, nos burlamos de la escena, volvimos a repasar el lugar, preguntamos por compromiso a que hora empezaba el show y nos marchamos con la desazón de no haber visto en realidad nada diferente.

Tomamos el viaje de regreso, forzamos la memoria para recordar algún otro rincón caliente, nos detuvimos desalentados una y otra vez, en lugares bastante parecidos a los primeros, nombres llamativos y provocadores, luces de neón, mesas, sillones, tipos ebrios de toda las clases sociales, la misma música, el mismo olor casi seminal y decenas de damas cada vez menos atractivas generalmente arrumadas en algún rincón, uno que otro turista incauto, entonces empecé a entender que en realidad un ambiente de ese tipo difícilmente podía ser apropiado para que un ser humano como yo encuentre estimulo alguno, seguro debe ser bueno para quienes adolecen de males severos del alma, soledad crónica, bigamia compulsiva, impotencia severa y posiblemente algún otro aberrado ser, pero no para mi, me divertí, me sorprendí, me entristecí con esa falsa amabilidad de las damas y sus miradas empañadas, me olvide de la rutina, del día a día, y me dispuse a pasarla bien, pasada la expectativa del primer momento, todo volvió a la calma y nosotros ya con mas sueño que deseo regresamos a casa, primero yo. Me acosté entre sonrisas y reflexiones ineludibles, que matices tiene la vida fierita le decía al vacío, estos mundos paralelos son inimaginables, mientras yo estaba en mi habitación tratando de hacer trascendente lo intrascendente, tipos de toda las clases sociales tenían las manos entre tetas y glúteos de extrañas damas tocadas momentos antes, o días antes por cientos de manos de otros tipos de toda las clases sociales, que divertido se ve todo desde afuera.

Estos lugares no son para mi, ahora lo se, pero deben existir, son necesarios y hasta imprescindibles para sostener el equilibrio en esta cadena hedonista que mantiene al hombre tranquilo, al menos en las madrugadas de fin de semana...

2 comentarios:

  1. Anónimo2.11.09

    ME ALEGRA QUE ESA VIDA NO SEA PARA TI, EL MUNDO BAJO QUE POCO TIENE DE BOHEMIO PUES ES SOLO EL LADO GUARRO

    ResponderEliminar
  2. Anónimo7.1.13

    Interessant. Kommt hier noch ein Folgeartikel? Möchte sehr gern
    mehr darüber hören. Könntest du mir per Mail antworten?
    My site - E-Zigarette

    ResponderEliminar